Llega el momento de diseñar tus tarjetas de empresa y no quieres dejarte nada. Que si el nombre de empresa, dirección correo, web, localización, teléfono, redes sociales, etc. ¿Y todo esto debe incluir? Para nada. Para diseñar tu tarjeta de visita debes tener en cuenta varios factores y pensar que cuanto más simple mejor llegará la información. En este artículo queremos hablarte de algunos consejos para diseñar la tarjeta de visita perfecta.
¿Horizontal o vertical?
¿Por dónde empezamos? pues por el formato. El Standard suele ser de 85×55 mm también porque es el más económico. Aunque realmente la elección del formato va a depender de tu marca y lo que quieras proyectar. La orientación en horizontal puede dar un resultado más elegante, fino, dependiendo después de lo que incluyas. Sin embargo, el vertical es el más habitual y por lo tanto al que estamos más acostumbrados. Además te permite aprovechar mejor el espacio de la tarjeta. Luego ya puedes optar por distintos tamaños formas, cantos redondeados, etc. Pero sobre todo no te olvides que debe caber en una cartera o tarjetero. Los clásicos nunca defraudan. No te pases de original.
¿A una cara o por las dos?
Esto va a depender de la información que quieras incluir. Lo que sí te recomendamos es que no lo sobrecargues. Si quieres incluir más información aprovecha las dos caras de la tarjeta. Imprimir la tarjeta a una cara nos va a permitir utilizar el dorso para apuntar algunos datos. Opta por colores claros o blanco en este caso.
¿Qué poner?
Esto va depender de cada tipo de empresa y hacia dónde debemos enfocarnos. Habrá tarjetas en las que se deba dar más importancia a la dirección física, otras a las redes sociales o web, otras a un correo o teléfono, etc. Por ejemplo, si eres un fontanero el dato que debe destacar en tu tarjeta es el número de teléfono, dada la urgencia del tipo de servicio. ¿Simple verdad?
¿Qué tipo de tarjeta es?
Como norma general, para una empresa se suele hacer más de una tarjeta. Una genérica donde priman datos más generales como nombre de la empresa, dirección, correo, teléfono, etc. y después las nominativas donde se incluyen los datos personales de cada componente de la empresa. Procura que todas guarden la misma consonancia. Puedes optar por cambiar algún color según cada integrante, pero que se reconozca a qué empresa pertenecen.
¿Cómo distribuir la información?
Lo mejor es que agrupes cada dato según su naturaleza: datos personales, contacto, redes sociales, y que priorices una vez más según la importancia que quieras dar a cada dato. Puede que necesites destacar más el nombre si es una marca personal, o destacar las redes sociales o web si tu objetivo es potenciar estas herramientas, etc.
¿Qué tipografía utilizar?
Puede que ya exista una tipografía corporativa para la empresa, pero además debes tener en cuenta otros detalles. La tipografía debe ser legible a cualquier tamaño. Jugamos con un espacio mínimo y es recomendable no reducirla demasiado (por debajo de 8 puntos posiblemente ni se vaya a leer). Es mejor que optes por tipografías que no pierdan legibilidad (frutiger, folio, univers, etc). Aunque una vez más, tú eliges.
¿Y los espacios?
Ya hablamos de la importancia de los espacios de seguridad. Es recomendable que al menos dejes un margen de 5 milímetros entre el texto y el borde de la tarjeta. Así respira todo mejor y evitaremos llevarnos un disgusto después con la guillotina. ¡Ah! Y recuerda dejar también al menos 3 mm de sangre.
¿Y los acabados?
Ya tenemos nuestra tarjeta diseñada, ahora falta darle el toque personal. Aquí puedes dejarte llevar: Papel estucado u offset, brillo o mate, material reciclado, plástico, con textura, comestible, etc. El acabado es una parte más del diseño y puede transformarlo en algo que todos quieran conservar.
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